A la espera de un pisotón
Ya nada nos llama la atención, caminamos presurosos de un lado para otro a cumplir 'actividades importantes', no reparamos en el paisaje, en la gente, en las nubes, en nada. Apenas somos capaces de contemplar la belleza cuando nos llega por el teléfono celular o por el correo electrónico; sin darnos cuanta asentamos las botas en universos diminutos y en un instante, zaap, los arrasamos.
Ya nada nos llama la atención, caminamos presurosos de un lado para otro a cumplir 'actividades importantes', no reparamos en el paisaje, en la gente, en las nubes, en nada. Apenas somos capaces de contemplar la belleza cuando nos llega por el teléfono celular o por el correo electrónico; sin darnos cuanta asentamos las botas en universos diminutos y en un instante, zaap, los arrasamos.